Segunda Parte

Por Pedro Ortega Ventureira

La adaptación a El cuento de los cuentos

Matteo Garrone ha elegido tres de los cuentos del Pentamerón para construir su narración fílmica. Aunque sigue el guion del original, Garrone a veces da giros dramáticos y estéticos a las historias o modifica los finales para sorprender al espectador. Los relatos elegidos son: «La pulga» (5, I), «La cierva encantada» (9, IX) y «La vieja desollada» (10, X).

Apenas esbozaré en unas líneas los argumentos de los tres cuentos, pero sin avanzar demasiado, pues debemos dejar que Garrone nos los desvele en su película. «La pulga» nos habla de un rey aburrido que un día se encuentra a dicho animal y empieza a dedicarle más cuidados que a su propia hija. Lo curioso del caso es que, según el rey alimenta a la pulga, esta va creciendo y creciendo hasta hacerse gigantesca. un día el insecto muere, para desdicha de su amo, y a este no se le ocurre otra cosa sino poner a la vista de todos la piel del parásito. Ofrecerá la mano de su hija al sagaz caballero que adivine a qué animal pertenece.

Fotograma de la película «El cuento de los cuentos» (2015) donde la reina devora el corazón del monstruo marino.

«La cierva encantada» narra la historia de una reina que no podía concebir, hasta que un día un siniestro nigromante le ofreció la solución: alguien debía aniquilar a un monstruo marino, extraerle el corazón y dárselo a comer. Será el propio rey el que se encargue de esta tarea. Una vez conseguido, la reina devora el corazón crudo y en un solo día da a luz a un varón albino. Curiosamente, el mismo día y a la misma hora una sirvienta da también a luz a otro albino.

En la «La vieja desollada», dos ancianas hermanas viven aisladas en su choza, sin salir jamás a causa de su fealdad. Pero una de ellas entona bellos cánticos por las noches que son escuchados por el rey, soltero e insaciable mujeriego, quien cae rendido ante las dulces melodías. Seducido por la música y creyendo que se trata de una bella doncella, la invita a su lecho. La anciana exigirá total oscuridad para entregarse al rey. Al alba, tras una noche de frenesí, él desea ver el cuerpo de su amante. al descubrir el engaño, ordena que la tiren por la ventana barranco abajo.

Fotograma de la película «El cuento de los cuentos» (2015) donde se muestra al príncipe libertino.

Los castillos elegidos

Matteo Garrone, con gran coherencia, ha elegido como escenarios para ambientar estas tres historias de El cuento de los cuentos diversos palacios y castillos de Italia. La Toscana, el Lazio y Sicilia son algunas de las regiones donde encontramos las localizaciones de la película. Son emplazamientos no muy conocidos por el gran público, pero tremendamente imponentes a la vez que mágicos.

Sailko. Castillo Sammezzano, habitación blanca. Licencia Creative Commons.

El castillo de Sammezzano

Empecemos por el castillo Sammezzano. Se trata de un castillo que se encuentra en el municipio de Regello, en la Toscana. Fue erigido en 1605 por Ximénez de Aragón y perduraría en esta familia española hasta el siglo xix. En esa época se acometió la remodelación del palacio, que lo dotó de su aspecto oriental. Como es bien sabido, en aquel momento la curiosidad por oriente estaba de moda entre los aristócratas europeos. El palacio cuenta con trescientas sesenta y cinco habitaciones (una para cada día del año), cada cual con una decoración diferente: la Sala de las Estalactitas, la Sala del Pavo Real, la Sala de los Amores… todas ellas con motivos arabescos y mocárabes inspirados en palacios como la Alhambra. es en una de sus salas, decorada con ataurique blanco, donde Garrone sitúa a la reina del cuento «La cierva encantada» mientras esta devora el corazón sangriento del monstruo marino. Aunque estamos ante un edificio ricamente ornamentado que debería ser todo un referente turístico, a partir del siglo xx la desgracia se abatió sobre él y comenzó a cambiar de dueño sin razón aparente. Llegó incluso a convertirse en un hotel, para finalmente quedar abandonado. Tan solo el empeño de un comité que trabaja en su restauración desde el 2012 hace posible visitar algunas de las habitaciones del palacio.

Catarella. Castillo de Donnafugata en Ragusa.

El castillo de Donnafugata

Otro de los castillos escogidos es Donnafugata, en Sicilia, cuyo origen es legendario. Su nombre quiere decir ‘mujer fugada’ y proviene de una historia popular. La leyenda cuenta que la reina Blanca de Navarra, viuda del rey Martín I de Aragón, se escondió allí para huir del conde Bernardo Cabrera, quien la había capturado, pues estaba enamorado de ella. ante la insistente búsqueda de Cabrera, doña Blanca tuvo que huir de nuevo al palacio Steri de Palermo, donde fue escondida de nuevo por Giovanni Moncada. Así se salvó del despechado conde. Con el tiempo, el modesto edificio inicial se convirtió en una villa neoclásica y finalmente se fortificó con una torre. Lo extraño es que se ha perdido todo resquicio documental de sus alteraciones constructivas y apenas se sabe nada de sus arquitectos. De su precioso jardín tenemos que destacar el laberinto, donde Garrone ambienta una de las escenas de la película.

El castillo de Roccascalegna

Otro de los enclaves misteriosos de la película es el castillo de Roccascalegna, que arrastra una terrible historia relacionada con la cruenta muerte del barón Corvo de Corvis a manos de los aldeanos. Transcurría el siglo xvi cuando el cruel barón gobernaba la región, acosando a su pueblo con exagerados impuestos y obligando a los campesinos a arrodillarse ante un cuervo negro que tenía enjaulado a las puertas del castillo. El castigo por no pagar los impuestos o la cuantía requerida para transitar por la villa era la propia muerte. Por si fuera poco, el barón fue más allá y exigió el derecho de pernada. Ante tal perversión, el cura y las gentes del pueblo se rebelaron contra el noble, y cuenta la leyenda que una de las vírgenes que quería desflorar fue la que lo hirió mortalmente. El castillo se ubica en la provincia de Chieti y su construcción data del siglo xii, aunque su aspecto actual se debe a la remodelación que experimentó en el siglo xvi.

Greymouser. Castillo Caetani. Licencia Creative Commons.

El castillo Caetani

Otro enclave de la película es el castillo Caetani de Sermoneta, en la región italiana del Lazio. Fue construido en el siglo xiii por la familia Annibaldi y pronto sería cedido al papa Bonifacio VIII de la familia Caetani. Este lugar fue concebido como una enorme fortaleza. elevado sobre una cima, está dotado de cinco muros perimetrales de hasta tres metros de anchura, protegidos por puentes levadizos. Todo ello lo convirtió en una plaza fortificada estratégica y prácticamente inexpugnable. En la época se cernieron terribles conjuras sobre la familia Caetani: cuando Alejandro VI Borgia fue elegido papa, no dudó en excomulgar a Onorato III Caetani y confiscó el castillo a favor de sus hijos, César y Lucrecia Borgia. Con el tiempo, la fortaleza fue morada de muchos personajes ilustres, tales como Federico II, Carlos V, Lucrecia Borgia y los papas Gregorio XIII y Sixto V. En este lugar provisto de tanta historia no faltan las leyendas. Una de ellas narra que vaga por sus pasillos el espíritu de un niño, quien murió violentamente en los subterráneos. Se cree que se trata de un pequeño príncipe cuyo retrato se encuentra en la sala del Cardenal, pero se desconoce su identidad.

Luca Lombardi. Castillo del Monte. Licencia Creative Commons.

El castillo del Monte

La última parada de nuestro viaje a través de El cuento de los cuentos nos lleva a Apulia, al sureste de Italia. Se trata del Castel del Monte. Antes de adentrarnos en sus aspectos ocultos, mencionaremos que se trata de una fortificación octogonal erigida en el siglo xiii, elevada sobre una colina, cuyas imponentes torres tienen una altura de veintiséis metros. La construcción está repleta de simbolismos y enigmas. En primer lugar, cabe mencionar que su forma de corona no es casual, sino el reflejo de la corona de Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, quien fue el fundador del castillo. La forma de octógono reproduce también la forma de la capilla palatina de Aquisgrán, erigida por Carlomagno. Hay teorías sobre un posible origen astrológico del castillo, pues la posición de la luz en diversos momentos del año hace pensar que el edificio es un calendario celeste. Otra hipótesis, basada en la numerología y en la relación entre arquitectura y astrología, vincula el edificio nada menos que con las pirámides de Guiza, y especula que en su interior se encontraba un mapa con la ubicación de la cámara oculta del faraón. También se habla de que el edificio puede esconder claves similares a las de lugares tan emblemáticos como las catedrales de Notre Dame y Chartres (Francia), o la Cúpula de la Roca (Jerusalén). Estas teorías se fundamentan en la posible filiación esotérica del emperador Federico II.

Nos detenemos aquí, pero podremos encontrar muchos más misterios y enigmas en las demás localizaciones de la película: el Palazzo Chigi Ariccia, el bosque del Palacio Real de Capodimonte, el bosque monumental de Sasseto, la villa abandonada de Sorano… Todos ellos enclaves llenos de magia en los que Matteo Garrone ubica magistralmente los tres inquietantes relatos de ese magnífico libro que es el Pentamerón. Queda así demostrado que no hay mejor escenario para narrar un cuento terrible que la imponente arquitectura de un castillo de leyenda, como hemos visto en este breve recorrido por los de la Italia secreta que se esconde tras El cuento de los cuentos.